Escenario externo, consumo y espacio para políticas expansivas, son los argumentos de STF Capital para anticipar un mejor 2023 que el promedio
Con todo, el equipo liderado por Sergio Godoy prevé una inflación de 5,5% el año que viene, por sobre la media de la Encuesta de Expectativas Económicas de diciembre.
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“Si pensábamos que algo iba a ser más, fue más”. Con esas palabras, el economista jefe de STF Capital, Sergio Godoy, resume lo que ocurrió con la economía en este año, que en solo días habrá quedado atrás. Su corredora de bolsa elaboró un análisis que recuerda que este 2022 sorprendió tanto en materia de inflación como de crecimiento, y que anticipa lo que vendrá hacia adelante.
El equipo liderado por Godoy estima que durante 2023 el Producto Interno Bruto (PIB) caería cerca de 1%, lo que califica como “relativamente optimista” al comparar con la merma de 1,5% esperada para la actividad por la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) de diciembre del Banco Central.
El economista explica que su “optimismo relativo” se basa en varios factores, siendo el primero que prevé que el escenario externo para la economía chilena está mejorando en el margen. Esto se explica especialmente por la reversión de la política cero Covid en China y el mayor énfasis en dicha economía global en la recuperación económica.
Un segundo punto sería que la resiliencia del consumo privado en el país durante 2022 fue “sorprendentemente notable”, dice Godoy, quien cree que parte de eso va a continuar el próximo año.
Un tercer factor sería que en STF Capital ven “espacio relevante para que las autoridades económicas (monetaria y fiscal) implementen políticas macro expansivas para paliar los efectos de la recesión que todos esperamos para el 2023”.
Pero no todo sería mejor al consenso el próximo año: el equipo estima una inflación de 5,5% para 2023, por sobre lo proyectado por la EEE de este mes, que contempla que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se modere a 5% al cierre del año.
La nota acota que la proyección es superior nuevamente por tres motivos. Primero, porque ven “una economía más resiliente que lo esperado para la mayoría de los analistas”. Segundo, porque “la fuerza con que siguen aumentando los precios de los alimentos hace todavía difícil ver caídas tan agresivas de la inflación”. Y, por último, porque “la indexación extendida existente en la economía hace muy difícil bajar la inflación cuando ésta sube mucho”. Con esto, Godoy cierra el comentario afirmando que “se cumple la premisa: más siempre, es más”.
Lo que queda atrás
El economista recuerda que la EEE de febrero de este año estimaba que el IPC habría bajado a 4,7% en diciembre, lejos del 12,3% al que subió su expectativa el Banco Central en su Informe de Política Monetaria de este mes. Comenta que en STF Capital proyectaban en ese entonces un IPC de 9,5% a julio y de 7,7% al cierre del año, cuadro que también quedó lejos de lo que ocurrió.
En materia de crecimiento, en enero estimaban un alza del PIB de 1,9%, “y aunque es altamente probable que nos quedemos un poco cortos, es claro que no compartíamos el pesimismo de muchos que veían a la economía creciendo cerca del 1%”, escribió Godoy.